Sobre mi

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  ¿qué podría contarte de mi sin caer en la arrogancia, la petulancia o en la impertinencia?
  físicamente, creo que en la ficha hay un pequeño bosquejo, que se puede extender si uno quiere, pero que creo que es mejor dejar para la realidad no virtual.
  dicen de mi que mis ojos tienen algo especial, que son extraños, quizá demasiado expresivos. el espejo del alma, tal vez.
  blanca de piel, pero no es precisamente mi fuerte tumbarme al sol horas y horas para no conseguir más que un triste dorado pálido.
  educada, correcta, amiga de mis amigos hasta la muerte (si no me traicionan), puedo reírme con gran facilidad (de hecho hay siempre una sonrisa en mis labios), pero en ocasiones necesito reventar esa adrenalina que muchas veces se nos acumula dentro. sin embargo, esa explosión de "malhumor" desaparece tan rápidamente como llega. nada rencorosa (pienso que en ocasiones debería tener "una miajita") y aunque puedo parecer a simple vista orgullosa o vanidosa, nada más lejos de la realidad. de carácter fuerte, que no dominante, y una voluntad férrea hasta extremos insospechados.
  romántica empedernida; lo mismo puedo llorar ante una película amorosa, bélica o un simple drama callejero.
  me gusta el cine, el teatro, la ópera, la literatura, las artes en general.
  cuando me llega la inspiración, escribo y aunque nunca he ganado un premio en literatura, creo que la propia narrativa de mi vida, ya es emocionante de por si, sin necesidad de hacerla pública.
  "aspera y cortante". simplemente con los necios, groseros y los incorrectos absurdos.
  dulce, tierna y cariñosa con los míos; así que es normal que además sea exigente a la recíproca.
  paso completamente de los "rollos cibernéticos" y de los "cuerpo a cuerpo". así es que no se me suele ver metida en ningún chat o en cualquier tasca.
  como todo ser humano, que se precie de serlo, soy un personaje lleno de defectos, que intento pulir poco a poco unos y otros casi mejor dejarlos estar porque son genéticos y no me gusta ir contra natura.así es que no puedo dejar de estar de acuerdo con la máxima "no es mejor aquel que nunca ha caído, sino el que sabe levantarse y seguir adelante".
  por último te diré que jamás bajo la mirada cuando me hablan. no es orgullo, es necesidad. aborrezco a los que te hablan mirando hacia otro lado.