Razones por la que las relaciones a distancia fracasan

La gran mayoría de las relaciones a distancia suelen terminar. Podemos atribuirle la falta de planificación, la desconfianza y la misma distancia. Este artículo contiene una verdad incómoda, pero que es muy necesario que alguien la cuente.

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  1. No es una relación real

Lo que es una relación fabricada, porque lo que ustedes dos tienen sólo existe en el mundo online, el mundo virtual. Puede resultar inocente pensar que estás involucrado en algo genuino, algo esperanzador, algo cuyo futuro se encuentra en el mundo físico, el mundo real. Pero lo que en realidad estás es en una seudo relación. Los textos y el uso de Skype forman una buena fachada.

  1. Las palabras pierden su significado a través del tiempo

Las palabras no son nada sin la acción, pero con la distancia entre ustedes dos, cualquier y casi toda la acción es imposible. Así que compensas esta imposibilidad con palabras, pero las palabras sólo las dices y no haces nada en mostrar a la persona en el otro lado del mundo, qué y cómo te sientes. Sólo se puede escribir o decir “Te amo” tantas veces hasta que todo se convierta es un manojo vacío de letras agrupadas en una frase que nunca va a ser suficiente por significar cualquier cosa.

  1. Te agotas

La larga distancia es un riesgo enorme, sí, pero es un riesgo que muchos de buena gana toman, y lo hacen con toda la esperanza en el mundo que va a salir bien. Bueno, ¿qué se puede hacer? La persona que amas está a medio mundo de distancia, pero él (o ella) te encanta, así que te quedas en la relación. Es muy bueno al principio, y esto mantiene una actitud positiva, piensas que serás capaz de vencer cualquier desafío. Pero lo que no mata te va desgastando. Te cansas de escribir mensajes. Te cansas programar la cita en Skype. Te cansas de despertar de tu sueño de fantasía donde tú y tu pareja se duermen juntos, cuando la  realidad es que hay un espacio vacío en el otro lado de tu cama.

  1. Te sientes miserable

Admítelo. Hay momentos en los que lloras de la nada porque te sientes tan solo. Estás en una relación, pero no te sientes contento. A veces te pierdes en sus llamadas de vídeo y tocas la pantalla del portátil pensando que podrías ser capaz de sentir el calor de su cara. Pero no se puede. Y eso te hace sentir como un miserable. Cualquier relación que te haga sentir tan miserable, impotente, y, finalmente, desesperado como las relaciones de larga distancia no es una relación buena o saludable.

Las relaciones de larga distancia pueden funcionar, pero la cruda realidad es que muy a menudo no lo hacen. Al final, te das cuenta de que no importa si has permanecido paciente y fiel todo el tiempo, realmente no hay nada en la relación que esté en tu control. La situación está fuera de tus manos, y cuando ese es el caso, todo está condenado al fracaso. Esa es la dura realidad de las relaciones de larga distancia.