Cómo enamorar a un hombre
Una vez decidida, fíjate en tu aspecto y asegura en el espejo que esa que ves, es la imagen que deseas transmitir. No existe duda que el físico importa y que la primera impresión puede ser decisiva. Sentirse bien contigo misma te va a proporcionar seguridad, por eso ¡tómate tu tiempo!, protege tu cutis, tu pelo, tu maquillaje… siempre con naturalidad y siguiendo tu propio estilo. La iniciativa no es “disfrazarte” para llamar su atención, sino ser capaz de sacar lo destacado de ti.
Lista para la acción, tienes tomar en cuenta los próximos consejos:
- La mirada y la sonrisa
Son clave en los primeros encuentros y forman parte de tu imagen. Son tu mejor carta de exhibición. No hablamos de ser descarada ni de enviar demasiadas “señales”, pero si ni le miras (tal vez por timidez) va a ser más difícil que él se decida a comentar contigo. Una sonrisa cordial y natural o una mirada que transmita cariño tienen la posibilidad de ofrecer pie a una primera conversación amistosa.
- Sensualidad
Palabra “mágica” complicado de determinar que engloba ese algo particular que provoca que un hombre se sienta irresistiblemente atraído por una mujer. No es dependiente sólo del físico ni de la hermosura externa sino de un grupo de propiedades. Tu ropa, tu perfume, tu forma de comentar, de caminar, de mirarle… Deja que él descubra, de forma sutil, en los pequeños datos, tu lado más sensual. Esa va a ser tu mejor arma de seducción.
- Buena conversación
Después del “impacto” físico, los primeros diálogos son las que determinarán las opciones de que surja algo más. Escúchale con atención interesándote por sus críticas y por su forma de suponer (se sentirá halagado). Desde luego, expón además las tuyas procurando despertar en él, curiosidad (gusanillo) por conocerte mejor. Si el diálogo trabaja (aunque no estés en concordancia en todo) es un buen punto de partida.
- Seguridad
La imagen de “chica desvalida” está muy pasada. Muéstrate segura de ti misma, capaz de tomar tus propias elecciones, pero sin que ello de a comprender intransigencia o rechazo frente cualquier clase de aspecto o galantería. La seguridad en ti misma no está reñida con la femineidad.
- Algo de secreto
¡No falla! A ellos ese halo enigmático y guardado les encanta y provoca que salga su yo más conquistador pero ¡cuidado!, una cosa es que le resultes atrayente y otra que te vea inaccesible y hasta antipática.