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Enamorarse de una compañera de trabajo es algo muy común y en muchos casos se convierte en una situación bastante traumática y es que tenemos que ver a la persona que nos gusta o atrae sin poder hacer nada al respecto para no arriesgarse a romper una amistad o los posibles malos rollos posteriores en el ambiente laboral.

Si nos encontramos en esta situación lo primero que nos tenemos que preguntar es… ¿Qué sientes realmente por esa persona?. Si es algo pasajero o un “capricho” seguramente la opción más sensata y lógica es no actuar al respecto ya que tenemos poco que ganar y mucho que perder. Y es que aunque consigamos conquistar a esa chica si nuestras intenciones no son serias podría haber un distanciamiento que afectaría en el ambiente y hay que pensar que tendremos que seguir viendo a esta chica durante muchas horas al día.

En caso de que te guste de verdad y quieras lanzarte debes tener en cuenta una serie de cosas antes de aventurarte y la primera de ellas es que lo tienes difícil por el mero hecho de que hay muchas personas que no quieren mezclar el trabajo con las relaciones de pareja, por lo que incluso aunque esa persona sienta algo por ti no lo tendrás fácil. Antes de lanzarte a la “piscina” es conveniente, en estos casos, tantear el terreno y saber leer las intenciones de la otra persona. Cualquiera, por inexperto que sea en el amor, puede darse cuenta si una chica tiene interés o no en alguien. Si notas que no te ve más que como a un compañero de trabajo más, asume la situación y no des el siguiente paso. En algunos casos, una retirada a tiempo es una victoria.

Si ves posibilidades es momento de buscar un lugar íntimo (nunca en el trabajo) y declarar nuestros sentimientos con total sinceridad. Además tendremos que demostrar madurez y seguridad en nosotros mismos para que, en caso de que la relación no vaya bien, saber llevar la relación en el ambiente laboral algo que como ya hemos dicho anteriormente, no es nada fácil.