Uno de los casos más frecuentes de rupturas de pareja, o de infidelidades se encuentra en los problemas sexuales en la pareja. Estos problemas pueden haber empezado junto con la relación ya que la otra persona ya tenía problemas en este campo, o que se ha originado el problema una vez empezada la relación. Cuando pensamos en problemas sexuales dentro de la pareja, normalmente se nos viene a la cabeza los problemas que tienen algunos hombres como la disfunción eréctil o la eyaculación precoz, pero a día de hoy también hay un gran número de mujeres que reconocen tener algún tipo de problema sexual. Uno de los mayores consejos que se pueden dar en este tema es que exista una comunicación abierta con la otra persona que forma la pareja, ya que es la que debe ayudar para que el problema se solucione. Generalmente este tipo de problemas crea una apatía cuando se habla de tener relaciones sexuales ya que esa persona teme que sus problemas se den y termine con la autoestima por los suelos. Este tipo de problemas generan en las personas que lo padecen un sentimiento de inseguridad, nerviosismo y desmotivación ya que piensan que no darán la talla y que no van a poder satisfacer a sus parejas. La pareja en este caso es la que tiene que comprender a la persona que sufre el problema, ya que sin ella está pérdida, en ningún momento se debe de presionar o culpar ya que no hará otra cosa más que agrandar el problema. A día de hoy existen muchas técnicas diferentes según el problema que se tenga, además de cremas o pomadas que ayudan a hombres y mujeres a tener unas relaciones placenteras. Pero a pesar de todo esto, debe ser las dos personas de la pareja la que se armen de paciencia y atajen el problema entre los dos, con paciencia y sin tener miedo, quizás en la primera o segunda relación sexual que tengan no dé demasiados resultados pero poco a poco sus problemas irán reduciéndose hasta tal punto que podrán disfrutar del sexo como cualquier otra pareja, o incluso más, ya que conocen más los puntos fuertes y débiles de la pareja y saben cómo emplearlos para el placer mutuo.