Cuando una pareja lleva un cierto tiempo es probable que entre en un círculo rutinario, es decir, que hagan siempre los mismos planes y esta situación agobia y desespera siendo una de las razones más habituales por las que se rompe una relación de pareja. De todos modos se trata de un concepto muy recurrido por muchos y en muchas casos no se trata de un caso rutinario por naturaleza si no por las circunstancias. Por ejemplo si ambos miembros de una pareja trabajan durante todo el día lo normal es que al llegar la noche deseen descansar en casa y tranquilos por lo que esto no significa que estemos ante una pareja rutinaria siempre y cuando se aprovechen los días libres en hacer cosas que sean del agrado de ambos.

Otra cosa que hay que tener en cuenta es que al principio de una relación uno da lo mejor de si mismo y eso incluye ofrecer todo tipo de planes interesantes a su pareja y con el tiempo es normal disminuir la frecuencia de salidas sin embargo no hay que abandonarlas por completo ya que en este caso si que podríamos hablar de una pareja que hace siempre lo mismo y cae en la rutina.

Salir de la rutina no es algo tan sencillo como parece ya que no se trata de hacer algo diferente si no que hay que saber elegir que plan hacer y el momento adecuado para hacerlo. No vale con planes a la desesperada en busca de encontrar las mismas sensaciones que al principio si no que debe ser algo progresivo y, lo más importante, constante.

Una pareja rutinaria tiene peligro de entrar en crisis aunque por suerte es mucho más sencillo arreglar esta situación en comparación a si hay una tercera persona aunque no por ello debemos infravalorar esta problemática. Finalmente hay que decir que muchas veces se mezclan conceptos al relacionar caer en la rutina con dejar de tener el mismo sentimiento por una persona, siendo totalmente diferentes aunque si que es cierto que la rutina puede hacer que una pareja pierda la magia y la ilusión.